Su lobo es
conocido en el universo
A la selva
se entregó con devoción
Nacen
leyendas que el pueblo no comprende
Francisco
fue un santo, que la selva escucho
Recorrió
caminos, poblados irrisorios
Acariciando
los animales del lugar
Nacieron
poemas dignos de aquel santo
Creció su
humildad y su generosidad
Inquieto
estuvo hablando con el lobo
Sereno la
cigarra escucho
Comprendió
el lenguaje del animal ambiento
Olvidar
quiso al hombre y su rencor
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