Puedo
escuchar la música celeste
Templada
con el arpa de la vida
Oprimiendo
el alma entristecida
Queriendo
ganarle la partida
Unidos
obtendremos la victoria
Indispensable
en la vida de la tierra
Muertes
pensadoras y sedientas
Brillaron
como el sol de las mañanas
A la
juventud le encomendamos la música
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