Pensamos
danzar en la tumba
Abanicada
por los vientos de abril
Y nos
juramos amores en mil y mil
Serenos
miramos la catacumba
Apareció un
canto lastimero
Nítido,
siguió por el sendero
Dejo la
huella, suspiro primero
Una sombra,
apareció en el lucero
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