Muy hermosa
la aurora boreal aquella tarde
A nuestras
almas las dejo enamoradas
Zumbidos
que el amor deja avasalladlos
A los
compas de los incendios en otros cielos arden
Todo
brillaba en el infinito cielo
La ilusión
respiraba generosa
Ardían los
cielos silenciosos
Notas tan
bellas no se conocían en el piélago
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