Un agricultor honesto
Vencido por la vejez
Atento a la lucidez
La hacienda, ofreció molesto
Estaba ilusionado
De batallar con la vida
No comprendió la huida
Despertó enamorado
Se firmo la transacción
En la capital del ensueño
Apareció la desesperación
La muerte llego temprano
En ráfagas de lamento
Y abrazo al ciudadano
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